MEJOR OCUPARSE DE NUESTROS PROPIOS ASUNTOS.

 SOLO PUEDO ENCONTRAR TRES TIPOS DE ASUNTOS EN EL UNIVERSO, LOS MÍOS, LOS TUYOS Y LOS DE DIOS. 

-Bayron Katie-


Para nadie es un secreto que implicarse en las conversaciones, en la vida privada y en los problemas de otros, puede llegar a ser muy tentador. Pero sin embargo, inmiscuirnos en los dramas personales de los demás o querer cambiar el proceso natural de la vida sin que ello nos afecte directamente a nosotros es una perdida de tiempo y de energía que puede llegar a afectar nuestra salud mental. 


Dice Bayron Katie en Amar lo que es:

Si tu estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo mentalmente tu vida, ¿ quien esta aquí viviendo la mía? Los dos estamos ahí. Ocuparme mentalmente de tus asuntos, me impide estar presente en los míos. Me separo de mi misma y me pregunto porque razón mi vida no funciona. Pensar que yo se lo que es mejor para los demás es estar fuera de mis asuntos. Incluso en nombre del amor es pura arrogancia y el resultado es la tensión, la ansiedad y el miedo. ¿Se lo que es adecuado para mi? Ese es mi único asunto. Permiteme trabajar en eso antes de tratar de resolver tus problemas por ti.




El solo hecho de pensar que la solución a los problemas de los demás  la tenemos nosotros, y no ellos, es una forma de arrogancia y no de apoyo. Al contrario,seremos más felices y ganaremos más respeto en nuestra zona de influencia, si aprendemos cuando y como ocuparnos de nuestros propios asuntos que no quiere decir ni quitarnos responsabilidades, ni ignorar al mundo que nos rodea, simplemente comprendiendo que inmiscuirse en los asuntos de los otros no le trae beneficios a nadie, entonces sabremos cuando es preferible  de evitar  intervenir. 


GUARDAR DISTANCIA.



Hay que saber cuando un problema nos compete  directamente a nosotros y si ese no es el caso entonces lo mejor es guardar distancia y simplemente ser comprensivos con las personas que si son directamente afectadas por el problema. Para comprender mejor una situación, podemos dibujar un circulo donde pongamos en el centro todos los afectados en un problema y a partir de allí trazar círculos externos con los afectados dependiente del grado de responsabilidad de cada cual en ese problema y allí podremos ver donde estamos nosotros situados en esa situación y si debemos actuar o mejor tomar distancia.


EVITAR JUZGAR Y CRITICAR.



Es natural el querer juzgar todo o casi todo, como las opiniones de los demás, los problemas político, el clima, las decisiones que toman otros, etc. Pero debemos ser consientes de los inconvenientes que esto trae. Nadie tiene la verdad absoluta y debemos dejar el beneficio de la duda mientras que no estemos verdaderamente seguros de algo.


EVALUAR LOS RIEGO ASOCIADOS A UNA SITUACIÓN.



El hecho de ocuparse de nuestros propios asuntos no quiere decir quedarse mirando una situación que pueda ser potencialmente peligrosa. Por ejemplo cuando vemos a alguien que puede atentar contra su vida o la de otros, o algún otro acto potencialmente peligroso, en esos casos podemos intervenir de una forma u otra con el fin de evitar males mayores.


RESPETAR LOS LIMITES



Debemos saber que todos tenemos derechos a una vida privada y que cada individuo es responsable de sus actos. Por lo tanto no debemos esperar a que los demás nos compartan sus informaciones personales solo si ellos así lo desean, ni tampoco hay que tratar de controlar la forma en como los otros utilizan su tiempo y sus recursos.

 

NO DAR CONSEJOS NO SOLICITADOS.



Si solemos hablar de más de lo normal en conversaciones, es mejor poner freno. Es casi una tentación de dar nuestra opinión cuando vemos cosas que no corresponden a nuestras prácticas diarias, nuestros valores o nuestro modo de vida. Y eso puede hacer pensar que sabemos más que nadie, es difícil que los otros acepten cualquier comentario sin que ellos lo hallan pedido. En ese caso debemos reconocer que nos equivocamos al hablar de más y podemos ser más atentos para que no nos vuelva a ocurrir.


PREDICAR CON EL EJEMPLO.


Mejor que dar consejos no solicitados, juzgar o criticar, es mostrar que no estamos interesados en participar en comentarios sin fundamentos o malintencionados. Podemos cambiar la dirección de la conversación si nos damos cuenta que está tomando un giro malsano o que realmente no nos compete. Compartir las buenas noticias es otra opción positiva que podemos poner en práctica para que si nos van a catalogar, mejor que sea porque siempre tenemos algo positivo que decir. Convirtámonos en líderes por nuestro comportamiento y acciones y no por dar sermones, ni querer siempre tener las soluciones a todos los problemas y más  si no son solicitados.


Algo cierto es que para muchos de nosotros aprender a ocuparnos de nuestros propios asuntos puede parecer  difícil, y más cuando hemos convivido gran parte de nuestra vida con personas que tienen la costumbre de hacerlo, pero debemos saber que muchas veces detrás de tanta preocupación por los demás, se a hacen barbaridades como manipular, chantajear o reprimir, y todo esto sirve para enmascarar los asuntos urgentes a los que no se le quiere prestar verdadera  atención. Por lo tanto una mejor manera de ir por la vida es preocupándonos mayoritariamente de lo que está en nuestras manos y hacerlo mejorar. Si, es bien cierto que podemos tener relaciones muy fusionales con ciertas personas, pero siempre existe un límite al que no debemos, ni podemos transgredir.


                                             

                                               FUENTES:

                                  Amar lo que es -Bayron Katie-








 

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